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Reseña literaria:
«Autoridad espiritual» se divide en dos partes: primero autoridad y sumisión, segundo las autoridades delegadas.
Solo Dios es autoridad sobre todas las cosas, el autor nos demuestra con fundamentos bíblicos que no existe tema más importante que este; la autoridad la vemos en todas partes, estamos bajo autoridad o somos una representación de ella, sea cual fuera nuestro caso es menester aprender a desenvolvernos en las dos esferas, respetando a nuestros superiores o haciendo buen uso de la misma.
Generalmente consideramos a la autoridad como algo molestoso, pero cuando se ha tenido un encuentro con la autoridad divina no nos resultará gravoso; Dios ha colocado a otros seres humanos por encima nuestro para aprender de ellos y así llevarnos a niveles que aún no hemos alcanzado.
Los principios de autoridad son importantes ya que coloca a cada quien en el sitio que le corresponde, lo cual genera un mayor orden en cualquier ámbito: religioso, político, social, familiar...
En la segunda parte nos habla de las autoridades espirituales delegadas por Dios, resaltan los nombres de algunos personajes bíblicos como Jesús, Moisés... pero también va dirigido a todos los individuos indistintamente de la época.
Las autoridades espirituales son personas dedicadas a una vida de servicio, humildad, amor, abstinencia, soledad... están completamente bajo las órdenes celestiales para poder ser portadores de la gloria de Dios.
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