Este cuento podríamos decir que son dos historias en una. De un lado la primera historia introduce a la que, a mi entender es la historia central. Comienza el cuento con un príncipe que se va a casar con una princesa muy bella, y para ello encarga a su pirotécnico un gran espectáculo de fuegos artificiales; y en este momento es cuando entra en escena la segunda historia, pues en este momento los distintos petardos de los fuegos artificiales, comienzan ha hablar entre ellos hilvanando una conversación tras otra, mas, uno de los petardos, un cohete, llora en cierto momento, haciendo que su pólvora se humedezca haciendo que no pueda explotar en el aire cuando debía, cayendo al suelo sin explotar.
Los encargados de la limpieza lo tiran fuera del recinto cayendo en un charco y conociendo a personajes que, alejándolo de su creencia de que era famoso, le hacen ver la realidad de donde está. Finalmente, unos niños lo cogen y lo hacen explotar, pero al hacerlo, los niños están durmiendo y nadie lo vio nunca en su pleno esplendor.
La moraleja que yo extraigo es que habitualmente cada uno creemos que somos algo más de lo que realmente somos, sin llegar a darnos cuenta nunca de ello, viviendo así una mentira que tan sólo nosotros vemos.
No te lo pierdas, te atrapará.