Es una trama ambientada en Brasil con lenguaje propio de la época. El autor da un toque poético en una parte de su narrativa. Sus personajes reflejan vanidad, envidia, holgazanería, apariencia por encima de los sentimientos, hay también muestras de inocencia, bondad...
El señor Vasconcelos junto a su joven esposa Augusta de treinta años, han tenido una vida llena de comodidades y placeres, despilfarrando a manos llenas sin medir las consecuencias de sus actos, hasta que se da cuenta de su ruina, decide convencer a su hija Adelaida de quince años, para que se case con Gomes quien pretende vivir a costillas de la joven, desconociendo la crisis económica que vive la familia.
Adelaida no se quiere casar y busca ayuda en su tío Lorenzo, ¡pero la que está más renuente al casamiento es Augusta!, eso causa gran intriga a su esposo quien desea averiguar el secreto de su mujer; el señor Vasconcelos comienza a pensar en los posibles escenarios para encontrar respuestas, ¡porqué los celos lo están consumiendo!, ya que sospecha de Gomes quien tenía muchos años frecuentado su casa.
El autor crea cierto vilo en el lector hasta llegar al secreto, que por cierto es el que uno menos espera, para algunos puede ser una simpleza, a mí me parece importante porque reafirma una vez más como es el ego de Augusta.