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Reseña literaria:
Leer a Santos Domínguez es hipnótico porque es capaz de colocar cada palabra de su extenso vocabulario en su lugar exacto con un ritmo y una sensibilidad poéticas casi imposibles de lograr en versos blancos si no se tiene un dominio excelso de la técnica, y la poesía corriéndote como sangre. Yo aspiro a escribir así desde que leí «El viento sobre el agua».
Concebido aristotélicamente en tres partes, «El tercer reino», donde podrían habitar los «ángeles» de Rilke, describe, tras su poema inicial, un «Híbrido mundo» de tiempos y espacios perdidos, existentes, pensados... cuya memoria vuela al invierno como «El pájaro en la nieve». Esta memoria blanca lleva al sueño como el «Punto de fuga» que permite encontrar nuestra propia voz. Por eso concluye el poeta: «Ahora ya estás en ti».
Seguramente el poemario más difícil de Santos Domínguez (y creo habérmelo leído casi todo de él), tanto que escribo esta reseña tras una segunda lectura. Compuesto casi todo en segunda persona para hablar de lo oculto, lo metafísico quizá, que habita este tercer reino donde el planeta se detiene para que nos comuniquemos con lo que fue, lo que no, lo que pudo ser, lo nonato, lo marchito, lo desaparecido... y trasladar al lector a su propio mundo poético, trascendiendo la palabra con sensaciones que van más allá de los cinco sentidos.
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