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Reseña literaria:
Santos Domínguez es un grande de la poesía actual, y sus obras así lo ponen en valor, pues con esta ganó el XXXVI Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez, y no es para menos.
En este poemario Santos Domínguez nos presenta multitud de poemas con un colorido y una cromaticidad en todas las imágenes que nos propone que, hace que en nuestro interior se formen oníricas estampas verso a verso.
Domínguez nos presenta unos poemas cargados de figuras literarias, con especial predilección por la prosopopeya, haciendo que objetos inanimados se nos presenten vivos al humanizarlos con sus certeras palabras.
Nuestro poeta derrocha vocabulario, haciendo que sus poemas sean una puerta abierta al goce y un total deleite leerlos, cosa que hay que hacer con detenimiento y saboreando cada palabra, pues cada una de ellas ocupa el lugar correcto dentro de sus composiciones.
Sin lugar a dudas es un poemario que aconsejo leer para conocer mejor a este poeta que ya ocupa un lugar en el Parnaso.
En contraposición a lo dicho, debo comentar que, debido a la gran riqueza de vocabulario y exceso de figuras literarias, en ocasiones se complica algo la lectura, pues esta no fluye fácil, teniendo en ocasiones, que realizar un pequeño ejercicio de comprensión para sacar todo el jugo a los poemas.
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