|
Reseña literaria:
Elegías de Duino es un poemario único profundo, con una belleza intensa y conmovedora muy escasa en cualquier poesía. Los sonetos de Orfeo, sin ser sencillos, son quizá menos herméticos y lleguen más al lector. Pero, incluso con las excelentes anotaciones de Barjau, ha sido una lectura difícil, densa, que me ha forzado a varias relecturas en muchos pasajes.
Admiro mucho el conjunto de ideas y de símbolos ideado por Rilke, el sistema filosófico en el que la poesía y el pensamiento se muestran como dos caras de una misma moneda y nos lleva hasta Heidegger, pero lo que más me ha llegado es esa yuxtaposición de realidades ciertas e inexistentes, esa descripción del mundo de las ideas (de Platón o el propio poeta) como un espacio paralelo que existe sin ser.
Dentro del ámbito de la poesía lírica, ambas obras son de las más sublimes que haya escrito jamás ningún poeta, pero requieren un esfuerzo lector que a veces disminuye su disfrute poético, siendo casi imposible su comprensión sin las notas o un estudio previo. Es por tanto una literatura no apta para cualquier lector y algo elitista.
He de decir, sin embargo, que, recomiendo ampliamente su lectura, en especial la edición de Barjau en Cátedra.
|
|