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Reseña literaria:
Richard, un piloto al que le asustan las muchedumbres, cierto día se encuentra con Donald Shimoda, un Mesías, también piloto, que ha dimitido del cargo público de ser Mesías, aunque no del hecho de serlo.
En un principio no parece que fueran a llevarse bien por la diferencia de caracteres e incluso de afrontar la vida. Mas, poco a poco Don, (Donald), va introduciendo a Richard en el arte de ser un Mesías, cosa que en un principio no quiso aceptar, pero que con el paso del tiempo lo fue haciendo e incluso le fue agradando convertirse en Mesías.
Ambos llegan a construir una muy buena amistad, la cual van cultivando durante gran parte del libro.
Cerca del final, la novela da un giro de guion muy grande, con el cual su autor Richard Bach, nos introduce en lo que será definitivamente el fin de la novela.
Como todas las obras de este autor, esta novela también nos deja una gran moraleja, y esta es que debemos creer en nosotros mismos en todo caso y momento, pues para poder hacer cualquier cosa, lo primero que tenemos que hacer es creer en ella y creer en que nosotros seremos capaces de conseguirlo. En este sentido, un pasaje muy audaz y de gran belleza es cuando el protagonista, literalmente nada en la tierra.
Una lectura altamente recomendada.
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