Ante la inquietud del pastor Yonggi Cho de presentar un mensaje de esperanza a personas tan necesitadas de su época en Corea del Sur, encontró en oración la respuesta en III Juan 2: «Amado yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma»; surge de allí el libro «Las tres bendiciones en Cristo» que son: Salvación, salud y prosperidad.
El autor hace hincapié que la base de este estudio es creer que Dios es bueno.
Como un abreboca a cada punto se encuentra: «así como prospera tú alma» (salvación) desde que Adán pecó quedamos muertos en forma espiritual, eso conlleva a vivir a merced del alma, a guiarnos por nuestros propios dictámenes sin tener en cuenta a Dios; por ello vino Jesucristo a darnos salvación para que prosperara el alma...
«Que tengas salud», el pecado dio origen a la enfermedad y muerte, y gracias a la obra redentora en la cruz, Jesús llevó nuestras enfermedades «por su llaga fuimos curados» ...
«Que seas prosperado», Dios desea que todas nuestras necesidades diarias sean suplidas, él no quiere vernos en la miseria; debemos buscar la prosperidad sin caer en la trampa de la avaricia; explica el diezmo, ley del eco, de inversión, siembra y cosecha...
Dios nos bendice muchísimo, es cuestión de aprender a discernir sus beneficios...