Lloyd, un hombre que ha vivido toda su vida junto a su esposa, padece la muerte de esta y se sumerge en una espiral de auto lástima y auto compasión, llegando al punto de abandonarse totalmente, mas, su hermana mayor, que siempre había sido una mandona, se percata de ello y le regala una cachorrita de perrita, la cual, sin él querer ni proponérselo, lo va sacando de su estado de abandono y casi desesperación.
Mas, cuando todo parece que se está solucionando para bien, a un vecino le ocurre una desgracia que lo hace tomar contacto con la realidad y con lo efímera que es la vida.
«Laurie» es una bella historia, casi diría tierna, muy tierna, en la que el maestro del suspense, dejando un tanto de lado este género que tan bien maneja, nos sumerge en una historia de introspección literaria en la que a través de unos personajes muy bien definidos, y con un entorno magníficamente descrito, nos hace ver que la vida es un cúmulo de experiencias que debemos ir tomando como vienen y a la vez, tenemos que ir superando como vienen, y en este relato, el detonante de esa superación, es la cachorrita «Laurie» mezcla de Borde Collie y Mudi.
Un relato corto con dedicatoria, «En recuerdo de Vixen», que hay que leer.