Ramón María del Valle-Inclán con esta obra, «Luces de bohemia» inaugura un nuevo género teatral, el esperpento, nombre que aparece explícitamente al final de la obra.
Esta tragedia narra los últimos días de Max Estrella, llamado Mala Estrella, el cual es un escritor que en su día tuvo cierta relevancia, pero que en el momento narrativo de la obra está en su decadencia. Además, se había quedado ciego un año atrás.
Se junta con algunos amigos en una taberna para tomar tragos y se ha convertido en un borracho al que ya no le publican nada, llevándole esto a pasar bastantes penalidades.
Todo esto lleva a un trágico desenlace que paradójicamente no es el final de la obra, pues Valle-Inclán alarga algo más la misma como recreando un epílogo con el que nos da a entender que a pesar del aprecio o amor hacia una persona, la vida siempre e irremisiblemente, sigue adelante.
La obra tiene algunos pasajes políticos y durante toda ella hace una fuerte y a veces cruel crítica a la España en la que está basado este esperpento.
Mas, a pesar del tiempo que ha trascurrido desde que fue escrita, dado el tema intemporal que trata, salvo algunos matices, sigue siendo tan vigente como el día que se escribió.
Sin lugar a dudas es una obra que hay que leer.