Rubén Darío, también conocido como «el príncipe de las letras castellanas» en este poemario, Prosas profanas y otros poemas, recoge algunas de sus mejores poesías, como la archiconocida «Sonatina», aunque en verdad hay que decir que lo que ha transcendido de ella es tan sólo una breve parte de una poesía que es muy larga y con un gran mensaje.
El poemario tiene varias secciones bien diferenciadas e incluso con un nombre concreto. Así tenemos las secciones de «Prosas profanas» la que da nombre al poemario y que contiene algunas de las mejores poesías de Rubén Darío como la citada «Sonatina», y además, «Bouquet» o «Heraldos»; «Varía» de la que destacaría «El cisne» o «La página blanca»; «Verlaine» una sección extremadamente corta con tan sólo dos poesías, o «Recreaciones arqueológicas» donde se recrea en componer poesías dedicadas a algunas situaciones históricas y a algunos personajes históricos como el Cid Campeador o Epicuro.
La poética de Rubén Darío, máxima figura del movimiento denominado, «Modernismo», es una poética de lectura fácil y grácil, con una forma de escribir y describir las situaciones y emociones simplemente genial, y además, sin demasiados artificios que compliquen la lectura, pero con una poética tan impresionante que te hace querer leer más y más poesía de este genial maestro.