Enoc, en este su segundo libro, nos ofrece unas directrices muy claras y sencillas de seguir, y estas son que hay que amar y obedecer a Dios siempre y en todos los momentos de la vida, pues incluso en los más malos está la mano de Dios, y si nos ha enviado ese pasaje de nuestra vida, seguro que será con algún fin.
Además, en este espectacular libro, encontraremos la explicación de los siete cielos y qué encontraremos en cada uno de ellos, sabiendo que en el séptimo encontraremos la Faz del Señor. Es por ello que la expresión «Estar en el séptimo cielo», tiene connotaciones tan agradables y sublimes, pues es sinónimo de decir, estar con Dios.
También hay unos pasajes llenos de Bienaventuranzas, para todos aquellos que obren como Dios nos pide que lo hagamos, pero de igual manera, también hay algunas sentencias que advierten de lo que no debemos hacer.
Nos habla sobre la creación del universo, sobre los días que tardó y cómo Dios hizo para obrar toda la maravilla en la que vivimos, incluidos los seres vivos entre los que nos encontramos. Y en esa explicación se detiene bastante en hablar sobre la formación de la tierra, los cielos, las aguas, las luminarias como el sol o la luna y mucho más.
Un gran libro que hay que leer.