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Reseña literaria:
Realmente, quien haya leído otros libros de Richard Bach, como «Juan Salvador Gaviota» o «Ningún lugar está lejos», no encontrará en «Biplano» al mismo Richard Bach de esas otras lecturas, pues aunque en esta obra también hay algunas frases y consejos que podríamos rescatar como consejos de vida, la verdad es que este libro es un canto a los biplanos y está especialmente orientado a las personas que les guste volar, que les guste la aviación, y sobre todo dirigido a las personas que les gusten y entiendan los biplanos.
El libro comienza con un trueque, en el que el protagonista cambia su avión a reacción por un viejo biplano de 1929, el cual no dispone de ningún medio electrónico de medición como los tienen los aviones modernos, ni siquiera tiene radio, cosa que le atrae enormemente, pues tras haber volado muchos años con aviones que incluso superaban dos veces la velocidad del sonido, volar en un biplano y sentir el aire en la cara con una carlinga abierta, era todo lo que esperaba y ansiaba.
La lectura en ocasiones se hace un tanto «espesita», pues del plano novelístico se pasa al plano del ensayo, dando numerosos datos y nombres de los aviones de los que va hablando en la obra.
Es una lectura para tomarla con tranquilidad sin esperar grandes enseñanzas o moralejas.
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