Esta fascinante historia se desarrolla en el París de los años sesenta, aunque la misma se podría trasladar perfectamente a cualquier otro lugar del mundo y a cualquier otra época de la vida, pues lo más importante en esta novela para mí son las vidas de los personajes, sus diferentes maneras de pensar, sus vidas bohemias y cómo se van comportando estos a medida que avanza la historia, una historia que sin lugar a dudas te atrapará.
Louki, la hija de una trabajadora del Moulin-Rouge que se cría sin padre, es el personaje central, siendo, sin lugar a dudas, intrigante y escurridizo, el cual intenta permanentemente construirse una vida a través del presente, siendo una constante durante toda la novela de la búsqueda por saber quién es.
A través de sus compañeros de encuentro en el Café Condé, la iremos conociendo poco a poco, pues cada uno de ellos nos dará una visión muy diferente de Louki, e incluso ella misma nos hablará en alguna ocasión.
De esta manera, podremos reconstruir su vida, saber cómo es y acompañarla en su aventura por la vida, una vida totalmente bohemia.
Sin lugar a dudas, una gran novela que se lee con facilidad y que gustará a todas las personas que la lean.