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Reseña literaria:
Estamos ante un poemario que es un verdadero duelo, un trance de lágrimas y penas, pues todas las poesías que hay en el poemario están dedicadas a su madre fallecida.
Hay poemas que tratan todos los aspectos, tales como imaginarla dentro del ataúd con lo sola y fría que debe estar; verla en sueños, sin querer acercarse a ella porque sabe que no es verdad, ni su madre querer acercase a ella pues, sabe que está muerta; recordarla en vida y compararla con su actual estado de muerte; encomendarse a Dios para que la tenga en su gloria y la cuide y proteja, aunque en uno de los poemas deja claro que no sabe qué es lo que puede haber más allá de la muerte.
Realmente puedo decir que es un poemario intimista y muy bueno, pero que hay que leer con el corazón abierto y con tranquilidad y esperanza en la vida para que el mismo no te afecte en lo más profundo de tu ser. Y, sobre todo, no veo indicada su lectura para las personas que sean fácilmente impresionables o bien, que estén de luto por algún difunto, pues es posible que su recuerdo esté presente durante toda la lectura del mismo.
Mas, para los amantes de la buena poesía, es una lectura imprescindible.
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