Nos encontramos ante el primer poemario de Rubén Darío, en el cual, aunque apuntaba maneras, aún no era el poeta que llegaría a ser, mas, es un poemario que hay que leer para tomar una mejor visión de conjunto de este gran poeta.
Como todos sabemos, Rubén Darío fue uno de los máximos representantes de la vanguardia llamada «modernismo», la cual se caracterizó entre otras cosas, por utilizar versos alejandrinos, pero en este poemario apenas encontramos versos alejandrinos, estando compuestos casi todos los poemas con versos muchos más cortos y en numerosos casos, de arte menor y extremadamente cortos, aunque también utiliza profusamente la heterometría.
Ninguno de los cincuenta y ocho poemas que componen el poemario tiene nombre, y son identificados con un número romano.
Los temas tratados en este poemario, se alejan bastante de los que posteriormente trataría mayoritariamente, dando en uno de sus poemas consejos para que un joven (que puede ser cualquier lector, o quizá incluso con algún matiz biográfico), abandone la timidez.
En otro poema habla de que debe criar un perro para que, en cierta manera, lo libre de todo mal, el cual concluye con un triste final.
De cualquier manera, acostumbrados a leer poemarios suyos como «Azul» o «Prosas profanas»; «Abrojos» es de imprescindible lectura para conocer la trayectoria poética de este grande de las letras.