El protagonista buscando un lugar donde vivir que pudiera pagar y estuviera relativamente bien, llega hasta un edificio donde se encuentra con Muñoz, un personaje algo extraño con el que llega a tener una estrecha relación que, en algunos momentos y situaciones, trasciende más allá de la mera amistad.
Este extraño personaje es en médico, un científico que, tras conseguir alguna fama, se retira para perseguir su meta, poder vivir más allá de los límites físicos normales de la vida.
Este experimento tiene como primer elemento el frío, por ello su casa está siempre en permanente estado de frío, llegando en los últimos momentos, casi al estado de congelación, la cual la conseguía con una máquina que usaba el amoníaco como elemento principal.
Una noche la máquina se estropea y esto precipita el final, pues el frío en la casa lenta pero inexorablemente se va transformando la temperatura ambiente, cercana al calor y esto hace que muera Muñoz.
Esta historia se adelanta a su época, pues en nuestros días podríamos hablar de la criogenia como un sistema «normal», no para alargar la vida en sí, pero sí como esperanza de revivir en otro tiempo, momento o lugar.
Leer a Lovecraft siempre es enriquecedor, si te gusta la literatura que cultivó, así pues, para los amantes de ella, este relato corto es una lectura imprescindible.