Es una narrativa donde el lector vivirá momentos de pánico, por la manera en que se describen las escenas.
El Marqués de la Tour-Samuel cuenta lo sucedido hace cincuenta y seis años: estando en el muelle en Ruán, se encontró un viejo amigo quien le contó que se había casado, pero su esposa había fallecido, eso lo hizo abandonar la quinta, pero ahora necesitaba buscar unos papeles confidenciales en el cuarto matrimonial; le pide a Samuel que se los busque, le entrega la llave de la habitación. Samuel va, al entrar caminó entre sombras y distinguió un armario con la puerta entreabierta, una cama con almohadas que daba la impresión de que alguien había recostado su cabeza, mientras buscaba los papeles sintió un roce en su espalda, al voltear había una mujer vestida de blanco, ella le pidió que la peinara, él enmudecido y lleno de un miedo espeluznante accedió y le hizo trenzas a esa larga cabellera, ella le dio las gracias y se marchó por la puerta del armario. Samuel sale horrorizado de aquel lugar, tratando de entender lo sucedido, al mirar su ropa algunos cabellos estaban en sus botones, cuando quiso visitar a su amigo nunca jamás lo encontró, ni nadie conocía de la mujer de aquella quinta...