H. P. Lovecraft en este relato nos plantea al principio de todo lo que ocurre al final, y esto parece que te destripa todo el relato, pero lo que no te dice es por qué ocurre lo del final, y así puede seguir manteniendo el suspense del mismo.
Acto seguido te habla brevemente del protagonista, y te dice que es parte de una rara familia con toques de locura y un gran interés por África y la cultura africana. De esta manera, se remonta a varias generaciones atrás de la del protagonista y te habla de todo su árbol genealógico para meterte en el meollo de la historia, llegando al momento actual en el que el protagonista recibe una caja desde África, y tras abrirla se suicida quemándose, dejando muy claro que nadie recogió sus cenizas ni las guardó ni rezó por él, siendo el contenido de la caja lo que provoca el fatal desenlace de la obra.
Pero cuando el lector lea este relato, se dará cuenta que para que se produzca el desenlace, no nos hace falta saber lo que ocurrió en todas las generaciones pasadas, siendo esto tan sólo un relleno en el relato para que este tuviera un cuerpo que lo pudiera constituir como tal.
Mas, como todo lo que he leído de este autor, está escrito impecablemente.