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Reseña literaria:
Junto a la «Elegía», esta es la obra más íntima del poeta alicantino. Hernández abandona el soneto, los tercetos encadenados y las formas clásicas, que con tanta maestría manejó, para sumergirse de lleno en la lírica del romance y la canción siguiendo, de este modo, el camino contrario al recorrido por Federico.
Hablaba Rafael Morales de la «Tríada» del Siglo de Oro (Góngora, Quevedo y Lope). Considero que esa tríada se repite en el Siglo de Plata con Lorca, Alberti y Miguel Hernández, aunque el último tiene más mérito y es más cercano a cualquier lector, incluso al poco habituado a leer poesía.
El mayor mérito de este poemario, más allá de las condiciones en las que fue escrito, es que no se parece a ningún otro, aunque en el momento de su composición Lorca y Alberti ya hubieran publicado sus romances y canciones.
La obra, triste, deja una sensación agradable en el lector, pues Miguel es capaz de transmitir su esperanza ante el futuro y ver, como poeta, más allá de la miseria de su propia realidad.
Cualquier persona en cualquier lugar puede leer este poemario y disfrutarlo. Es algo que de muy pocos poemarios se puede decir.
Excelso.
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