Dos hombres George y Lennie viajan y trabajan juntos en los ranchos donde los acogen, pero uno de ellos, Lennie un hombre muy corpulento y con una fuerza impresionante, padece una enfermedad mental, la cual nunca se dice cuál es, pero hace que se comporte como un niño y que, además, llegue a no saber distinguir el bien del mal, teniendo que ser George quien arregle todo lo que provoca Lennie.
El libro es de los mejores que he leído, con una trama tan simple como conmovedora, la cual te llega a enganchar totalmente, haciendo brotar en ti todo tipo de sentimientos.
En el libro aparecen una mujer, la esposa de uno de los dueños del rancho, que es muy infeliz. Un negro, que en la época en la que está situado el libro, es muy perseguido por el color de su piel. Y un manco, el cual está marginado con respecto a los demás trabajadores por su tara física, pero todos ellos ven en Lennie una persona aún más vulnerable que ellos e intentan sobrepasarse con él, para así poderse sentir mejor y desquitarse de lo que les hacen a ellos. Tan sólo George, su amigo y compañero, está siempre a su lado y, a pesar del trágico final, insisto en que siempre está a su lado.
Es una novela de lectura imprescindible.