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Reseña literaria:
La gran tarea del autor fue seleccionar a las féminas, así que decidió tomar como hilo conductor a la mayoría de mujeres que formaron parte del plan redentor de la humanidad hasta llegar a Jesucristo; por lo tanto, las privilegiadas dentro de esta narrativa fueron: Eva, Sara, Rahab, Rut, Ana (madre de Samuel), María (madre de Jesús), Ana (la profetisa), la mujer samaritana, Marta y María, María Magdalena, Lidia.
Dentro de la cultura y época que les tocó vivir, ellas no fueron valoradas, y cuando leemos sus resumidas vidas podríamos llegar a la conclusión de que es poco el aporte que nos pueden ofrecer, aún más si nos enfocamos en las debilidades y fallas que tuvieron; ¡pero no!, el autor se encargó de extraer las más bellas perlas que lucieron estas mujeres, fueron sus atavíos de vida, adornos intangibles pero valiosísimos que las llevaron a formar parte del plan de Dios, ellas son grandes ejemplos de esperanza, devoción a Dios, fe, sumisión, lealtad, hospitalidad, mansedumbre, amor...
Creo que la lista de mujeres extraordinarias no ha cesado; aunque actualmente la sociedad valora más el desarrollo profesional de la mujer (cosa que la Biblia no sataniza), pero eleva por encima de todo que cultive su carácter, como su mejor carta de presentación.
Es una obra que merece ser leída y meditada.
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