La décima dentro del contexto poético internacional tiene un lugar significativo, mucho más en Cuba donde se le ha denominado «Estrofa Nacional». En esta ocasión Armando López Rondón a través de ella le da vida a una excelente novela que se encarga de rememorar las monomanías étnicas adquiridas de otros períodos que obstaculizan las relaciones sentimentales dadas entre los jóvenes Mireya y Alberto en la Cuba de los años 70.
Alrededor de lo leído en la presente obra se ve la traición dentro de la familia y los amigos, dicha acción da al traste a la destrucción de las relaciones interpersonales dadas entre cada uno de los personajes, debido a que llegaron a existir hijos bastardos. También se pudo observar la triste realidad migratoria que azotaba a Cuba desde aquel entonces, teniendo como resultado la separación de muchas familias, dentro de ello, hijos que abandonaron a sus progenitores; en ocasiones siendo estafados por los mismos y en otras por su situación delicada de salud lo cual negaba la oportunidad de volverlos a ver.
Por tal motivo, recomiendo la lectura de este interesante libro, no solo por su contenido desde el punto de vista narrativo a pesar de escribirse en décimas, sino también por la exquisita explicación que nos ofrece Francis Sánchez, encargado de prologar la obra.