«Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas».
Obra cumbre del padre de la fantasía moderna, todavía hoy resulta fascinante cómo en solo 12 años (de 1937 a 1949) y con la II Guerra mundial entre medias, Tolkien fue capaz de crear todo un mundo repleto de razas, lenguas y acontecimientos que toman vida propia más allá de la novela. Quizás solo a la altura de El Quijote en la literatura universal, ESDLA bebe de la mitología, las tradiciones nórdicas y el ciclo artúrico, como Cervantes de las novelas de caballería.
El narrador, conciso y descriptivo, es totalmente distinto al de «El hobbit» de Tolkien y consigue en el lector la sensación de estar leyendo un relato antiguo. Los personajes son redondos, diferentes y componen un conjunto épico.
Sorprende ver que la obra de Tolkien es apreciable también por su calidad literaria y es incomprensible que el comité del Nobel tachara esta prosa de «pobre». La formación filológica del profesor de Oxford, así como su amplio conocimiento de la literatura bíblica y medieval están siempre al servicio de la narración de una forma austera que huye los excesos.
Uno de los grandes clásicos de la literatura contemporánea y una lectura obligatoria para todos los amantes de la fantasía.
Imprescindible.