Es de todos conocido que Amado Nervo quería con locura a la mujer que fue el amor de su vida, Ana Cecilia Luisa Daillie, aunque murió muy pronto.
El fallecimiento de su esposa fue algo que marcó la vida de Amado Nervo con un profundo antes y después, y desde que falleció Ana Cecilia, comenzó a componerle a su «muerta» como la llama en multitud de ocasiones en el poemario, una cantidad tal de poesías, que dudo que otro poeta le haya dedicado tantas poesías a su esposa tras fallecer esta.
En la gran cantidad de poemas que contiene el poemario, habla de su «muerta» desde todos los aspectos posibles, así encontraremos poemas en los que le sigue diciéndole lo enamorado que está de ella; todo lo que le hace falta a su lado; lo malvada y maldita que es la muerte por habérsela llevado tan pronto; e incluso me ha llamado mucho la atención el poema en el que la pone al nivel de su madre y se queja a la muerte por ser tan cruel.
Aunque todos los poemas hablan de muerte en mil formas y vertientes, no se hace morboso ni tétrico, pues nuestro poeta sabe abordar tan delicado tema con finura y amor, aunque en ocasiones se ve asomar la rabia con cierta virulencia.
Poemario póstumo.