Publicado originalmente en la «Revista de España», José Alcalá Galiano comienza diciendo que, en este libro no tienen nada que ver las musas, pues la escritura del mismo fue a causa de un sueño. Y así parece en un principio, pues va mezclando una suerte de imágenes «escenas» que pueden llegar a ser algo inconexas.
Para quien no domine las lenguas inglesa y francesa, hay que apuntar que en el texto encontraremos frases y referencias en estas lenguas, pero sin su correspondiente traducción al español.
En su «sueño» se encuentra con una mujer que es vieja, reseca, y que si la abrazas puedes sentir un ideal oculto, pero a la vez, como dice al final nuestro autor, es la «Bruja del ideal», dando a entender que igual no es lo mejor o más acertado valorar a una persona por su aspecto exterior, sino por lo que realmente es por dentro, pues no suele coincidir que una bella persona por fuera, también lo tenga que ser por dentro.
Desde que leí la primera obra de Alcalá Galiano, me ha llamado la atención la manera en cómo utiliza el lenguaje, haciendo multitud de piruetas con el mismo y cargándolo de un simbolismo extra, pero que nunca llega a ser pesado o cacofónico.
No es una obra de fácil comprensión, pero realmente gustará a quien la lea.