Esta novela llegó a mis manos con una aureola de novela de terror, pero debo discrepar en todos los sentidos.
La novela comienza con un par de excursionistas que encuentran las ruinas de una casa, y entre las mismas un manuscrito que, aunque tenía partes ilegibles, deciden leer. Al comenzar la lectura del manuscrito, el mismo comienza siendo interesante, pues poco a poco te va metiendo en un mundo en el que habitan monstruos-cerdos que atacan al hombre que vivía en la que es la casa en el confín de la Tierra, queriendo pasar a ella.
Pero a partir de aquí comienza la novela a desvariar totalmente, introduciéndote en un mundo sideral que poco o nada tiene que ver con el principio y sin que, tenga ninguna relación con el argumento que se plantea al inicio. Al final de esa rara parte de la novela, introduce un par de deus ex machina para poder seguir un débil hilo que pueda sostener una rara trama. Del final ni hablo. Ni tampoco de las dotes que el anciano que escribe el manuscrito tiene como experto literato.
Aunque la novela está muy bien redactada, describiendo todo con gran lujo de detalles y la lectura se hace muy fluida, no es una lectura que pueda recomendar bajo ningún supuesto, pues la encuentro bastante falta de sentido.