Paul Valéry no es un poeta fácil de leer, y pude comprobarlo cuando acabé de leer su libro «El cementerio marino», el cual es de una gran complejidad de lectura.
Del mismo modo esta obra, «La joven parca», también llega a ser de muy compleja lectura, de hecho, está considerada como una de las obras más «herméticas» del poeta y de la poética francesa, y quien sabe si también de la poesía mundial.
La edición que leí era bilingüe, en francés, idioma original en que fue escrita la obra y su traducción al español, y aunque mi francés no es muy bueno, siempre es importante poder comparar la obra original y la traducción, pues hay sutilizas, y en ocasiones no tan sutilizas, que llegan a diferenciar bastante ambas versiones.
Lo que sí es preceptivo y necesario destacar es que, el texto es altamente imaginativo y figurativo, siendo en ocasiones incluso, no complejo de leerlo, sino de hilar bien la historia para no perderte en los recovecos de los entramados poéticos que nos ofrece el poeta, los cuales en ocasiones ocultan o enmascaran lo que bien se hubiera podido decir de una manera mucho más sencilla.
Leer a Paul Valéry, aun no siendo sencillo, es una experiencia que hay que saborear para poder tener una mejor visión de conjunto de la poética mundial.