Jill recibe del león Aslan unas señales para encontrar al príncipe, viajan a la ciudad en ruinas de los antiguos gigantes acompañados por la rana Charcosombrio. Fatigados del camino se encuentran con la malvada Dama de la Saya Verde, quien los envía a la ciudad de Harfang para desviarlos de la misión. Unos gigantes quieren comérselos y milagrosamente escapan, y encontrando unas cavernas llegan al Reino de las Profundidades, allí son conducidos por gnomos al castillo, donde un caballero les cuenta que a cierta hora del día él se vuelve agresivo y debe ser amarrado a una silla de plata, la Dama de la Saya Verde le había dicho que su hechizo desaparecería al convertirse en rey de un país del mundo exterior. Al rato comienza el embrujo del caballero quien pide desesperadamente que lo suelten, los chicos no quieren hacerlo, pero cuando él menciona el nombre Aslan lo desatan porque se dan cuenta que es el príncipe Rilian. Para irse deben enfrentar a la Dama que se convierte en serpiente, luchan valientemente hasta matarla; salen del mundo subterráneo y se produce el reencuentro de Caspian con su hijo, pero al instante el anciano muere, ahora Rilian se convierte en el nuevo gobernante de Narnia.
En el cierre Aslan resucita a Caspian cinco minutos para que conozca el mundo real de Eustace y Jill.