Es el primer libro de la trilogía cósmica; el autor nos presenta una narrativa bastante descriptiva, llena de fantasías, aunque también nos pone a pensar de forma compleja, ya que hay personajes y escenas que son destellos de acontecimientos bíblicos, que Lewis quiere sutilmente que descifremos.
Ransom está de vacaciones y sale a de excursión deteniéndose en diferentes posadas, llega a una casa y allí contacta con su antiguo compañero Devine y al físico Weston; ellos lo invitan a pasar y le dan una bebida narcotizada, es así como se lo llevan al planeta Malacandra, que es un lugar tranquilo, con vegetación rosa y púrpura; sus captores quieren entregar a Ransom a los habitantes del lugar pero él se escapa; allí comienza a recorrer el planeta y se da cuenta que hay tres tipos de especies: Jross, Sorns, Pfiftriggi; unos eran poetas y músicos, otros les gustaba la astronomía, otros hacer excavaciones y construir cosas. Ransom vivirá con los Jross y aprenderá el lenguaje malacándrico, luego es llevado ante Oyarsa que es un ser luminoso, pero no el principal que es Maledeldi, dentro del planeta hay muchos ediles, todos quieren saber de Zulcandra que es el planeta tierra, las intenciones de Watson eran conquistar Malacandra y las de Devine apoderarse del oro, pero no se lo permitirán. Finalmente regresan a la tierra.