Narra la historia de un rey, una reina y su hija la princesa. Eran felices hasta que la reina enfermó y antes de morir pidió al rey que se casara con una mujer más bella que ella; no pudiendo encontrar a nadie, él descubrió que la princesa era la indicada. La joven recurrió a su madrina mágica, quien le aconsejó no contradecir a su padre, sino que le pidiera cosas imposibles y ella aceptaría la propuesta matrimonial, el rey se las fue concediendo, finalmente le pidió la piel del asno y también fue concedida; la princesa huyó cubierta con la piel del asno, llegó a una granja donde trabajaba como sirvienta, muchos se burlaban y la llamaban piel de asno. Un día pasó el príncipe por su granja y vio por la cerradura de una puerta una hermosa joven (piel de asno con su varita mágica se convertía en princesa a solas), el príncipe enfermó de amor, pidió que piel de asno le hiciera una torta, ella hizo el pastel e introdujo su anillo; el príncipe propuso que a quien le quedara el anillo sería su esposa, a ninguna fémina le encajaba, de última estaba piel de asno a quien le quedó a la perfección, se despojó de la piel del asno y allí estaba la hermosa princesa, así que se casaron y vivieron felices.