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Reseña literaria:
La autora se ha lucido no sólo con la historia, sino que también nos llena de abundante palabra bíblica que nos enriquece.
Atretes cree que el hijo que tuvo con Julia murió, pero Hadasa le cuenta que su hijo se lo dio a una mujer llamada Rizpa. Él va por su hijo Caleb, pero el niño está acostumbrado a su madre adoptiva, quien también debe irse a casa del germano.
Atretes ya no es gladiador, se ganó su libertad, pero lo quieren chantajear para que vuelva al anfiteatro, entonces decide marcharse a su tierra junto con Rizpa y Caleb.
El guía para el recorrido es un centurión retirado cristiano, llamado Teófilo; se enfrentarán con piratas, vivirán en catatumbas... y estando cerca de la tierra de los catos son atacados por tribus enemigas, allí Rizpa es herida de muerte, Teófilo ora y Dios la resucita, a estas alturas ya Atretes y Rizpa están muy enamorados, él acepta a Jesús y se casan.
Al final llegan a la tribu de los catos, Atretes es bienvenido, no así Rizpa, mucho menos el centurión. Hay una bruja en la aldea que se opone al cristianismo, ¡pero Teófilo siembra la palabra de Dios por eso pagará con su vida! Esa muerte no será en vano porque Atretes y Rizpa ahora se vuelven más osados y continúan el legado de Teófilo...
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