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Reseña literaria:
Toque de queda es una verdadera obra de arte poética, su autor, Carlos Esquivel; a través de ella metafóricamente juega con la décima y hace que su estructura vaya más allá de lo tradicional en cuanto a rima, métrica y formas de escribirse. Con el uso de fases intertextuales se refiere a todos los temas que cocinó mientras la escribía entre los que se destacan el amor patrio, el exilio y la necesidad de crecer espiritualmente. Para poner un poco más caliente la cosa, inserta en su arsenal idílico poemas con predominio de rima blanca o libre con los que mantiene a los lectores en sitios distintos desde el punto de vista artístico alejándolos de la monotonía.
Toque de queda, llega para marcar un hito, para abrir el embalaje dentro del cual se encontraba el entorno decimero; hace honor al nombre que este escritor escogiera para tatuarlo en las venas de su libro y forma parte de los regalos que se le hacen a diario a la literatura contemporánea y universal, así como lo fue para mí que hoy lo reseño y le muestro al mundo porque la riqueza de sus líneas quiso y fue merecedora del Premio Iberoamericano Cucalambé en el año 2005.
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