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Reseña literaria:
Todo comienza un año después de lo ocurrido a Hadasa en la arena, quien en ese horrible suceso fue rescatada por el médico Alejandro, el cual practicaba su profesión con cuerpos que aún estaban vivos; ahora Hadasa es su ayudante, pero: cojea de una pierna, sus cuerdas vocales sufrieron y su rostro está desfigurado; aunque tiene muchas secuelas Dios todavía quiere seguir usándola como lumbrera.
Todos los que conocieron a Hadasa la creen muerta, quién más la extraña es Marcus. También está su odio hacia su hermana Julia por lo que hizo con Hadasa. Él necesita respuestas porque escucha las palabras de su gran amor como un eco en medio de las tinieblas que lo torturan. Viaja a Judea y regresa siendo cristiano, ahora debe perdonar a Julia que está por morir y está siendo cuidada por una mujer llamada Ezer. Marcus perdona a Julia, pero ella sigue atormentada por lo que le hizo a Hadasa, es allí donde Ezer descubre su rostro y le dice a Julia que la perdona pues, ella es Hadasa. Julia muere en paz y Marcus vuelve a reafirmarle el amor a su amada Hadasa, al final deciden casarse y llegan a tener diez hijos.
Las lecciones de Francine van más allá de una gran narrativa, son lecciones espirituales que se tatúan en el corazón. ¡Sí que lo logra!
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