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Reseña literaria:
Quien haya leído las novelas más representativas de Julio Verne, como es mi caso, encontrará en esta novela algo diferente, pues no cuenta una historia en concreto, sino que más bien parecen un cúmulo de historias sueltas e inconexas que tan sólo tienen el nexo de unión de estar relacionadas con el barco protagonista, el Great Eastern, que es la ciudad flotante a la que hace referencia el título de la novela.
Durante la misma Julio Verne ofrece numerosísimos datos técnicos sobre el barco y, además, en todos los sentidos, y esto es algo que en un principio sobraría totalmente en la historia, pues no es relevante para la misma, pero lo cierto es que el Great Eastern existió en realidad y, de alguna manera, le estaba realizando una gran promoción.
Durante la travesía de ida de Liverpool a Nueva York, es donde ocurren todos los acontecimientos de la novela, incluido un duelo con florete cuyo fin pone un rayo de una de las dos tormentas narradas en el libro. Al llegar el barco a su destino, incomprensiblemente Julio Verne alarga el relato innecesariamente realizando un recorrido turístico por las cataratas del Niágara para, posteriormente volver al barco y regresar a Liverpool en dos renglones, literalmente en dos renglones.
Realmente no es una novela cuya lectura recomendaría.
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