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Reseña literaria:
A través de veintinueve cuentos, Ariel Fonseca Rivero nos muestra la historia de un niño que tenía una vida muy rutinaria de la que los amigos no formaban parte, sus características eran las mejores, pero aún no lograba alcanzar tal meta. En uno de sus apartados aparece Jarry, un amigo imaginario que surgió de un dibujo que debía realizar en uno de los pasatiempos que su mamá le regalaba cada rato, tenía un perfil similar al de El Principito; con él vivió grandes historias desde su punto de vista debido a que le gustaba hacer amigos, pero, los que convivían con él en la escuela no se lo permitían por sus características distintivas.
Por otra parte, el autor concibe un libro didáctico para darle un mejor ambiente al fabuloso entorno que narra, utiliza pintorescas ilustraciones, entre ellas, una para determinar diferencias; sopa de letras; opciones de dibujar; crucigramas y por último la dinámica que le da el nombre a esta gran obra.
En esencia podemos decir que, aunque se cuenten con las mejores referencias, no nacimos para ser solo el dueño de ellas, debemos crear un ambiente relativamente amistoso donde podamos compartir cada una de las mágicas escenas que se nos presentan en la vida.
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