Esta novela Etham Frome, comienza de una manera inusual, dando algunos detalles al margen de la novela, que posteriormente se pueden llegar a entender.
La novela comienza de una manera un tanto lenta y, sin que enganche al lector a la primera, o por lo menos ese fue mi caso, pero, aun así, quise saber que le iba a ocurrir al protagonista, e hice muy bien en continuar su lectura. A partir de la segunda mitad de la novela, la trama comienza a tomar forma en lo que en un principio hice un cierto paralelismo con la obra Romeo y Julieta, pero aun a pesar de eso, sentía curiosidad por conocer el final y, este fue realmente la guinda de la novela, pues el final fue totalmente inesperado. En el último capítulo, que son realmente muy pocas páginas con respecto al grueso de la novela, la autora Edith Wharton realiza un giro de guion sin introducir ningún deus ex machina que realmente cambió casi todo lo que había leído hasta ese momento.
Debo decir que pocas veces me encuentro con una novela de estas características y, aunque comenzó bastante lenta, acabó siendo una verdadera gran obra que, sin lugar a dudas, recomiendo a todo el mundo, aunque se debe ser paciente con el inicio, el cual en alguna ocasión invita a abandonar su lectura.