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Reseña literaria:
La protagonista es una jovencita que vive con su madre y su padrastro. La joven tiene un renta suculenta de dinero, de la cual quieren apoderarse su madre y su padrastro. Para ello entre ambos urden una estratagema que pasa por disfrazarse el padre y seducir a su hijastra para que le jure amor eterno. Tras ello deja plantada a su hijastra antes de entrar en la iglesia para contraer matrimonio.
La joven acude a Holmes, el cual, al salir la chica de su despacho, prácticamente ya sabía quién era el culpable y cómo lo había hecho. Para corroborarlo escribe un par de cartas, y con las respuestas de estas supo a ciencia cierta quien era el culpable.
Cita al padrastro de la chica en su casa y le dice en su cara que es el culpable, pero no puede acusarlo formalmente y entregarlo a la ley para que fuera juzgado, pues realmente, el padre no había transgredido ninguna ley, lo que había hecho era manipular a su hijastra y jugar con sus sentimientos. Y sólo puede dejar pasar el tiempo hasta que la joven pase página.
Este relato corto que se lee rápidamente, dada la brevedad de su extensión y la maestría que Arthur Conan Doyle tiene a la hora de crear sus relatos y los diferentes entornos que diseña para ellos.
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