Joaquín Cogollo Tordecilla, es un poeta que conocí en mi viaje a Colombia y del cual he leído su poemario, Una leyenda. El mismo comienza definiendo qué es una leyenda, y tras pasar por una sentida dedicatoria, llegamos propiamente al poemario.
En este libro, desconozco si su autor ha querido tener una línea maestra, un hilo conductor, pero tras leerlo, noto que sí pudiera haberlo, y este no sería el amor y el desamor, sino más bien sólo este último, pues hay muchas poesías que tratan este tema de manera muy personalizada.
Como decía, también lo encuentro muy intimista, pero no sólo por lo dicho, sino porque dedica poesías a muchos de sus seres queridos como a su esposa Estébana, a su hija, a su sus padres, a los que llama «viejos», a su padre individualmente y dos a su madre individualmente, siendo muy sentida y triste la que le dedica tras su fallecimiento. Además, también le dedica poesías a su pueblo y a María Varillas, máximo exponente del baile del porro.
Sobre la manera de componer la poesías, estas no suelen ser de demasiada extensión, abundando las que podríamos definir como cortas, componiéndolas con la técnica de la poesía blanca y libre y siempre con versos de arte menor.