Una familia estadounidense Otis, compra el castillo de la familia británica Canterville. Antes de realizar la comprar en firme, la familia compradora s advertida de que un fantasma habita la casa desde muchos siglos atrás, pero la familia Otis no cree en fantasmas. Es por ello que en un primer lugar la familia Otis quiere eliminar una mancha de sangre que siempre había estado ahí, pero le es imposible gracias a la acción del fantasma.
La familia Otis tiene cuatro hijos, siendo los gemelos los más traviesos, los cuales intentan siempre reírse del fantasma. Mientras que Virginia, la única hija de la familia Otis, es la más comprensiva con el fantasma y tras verlo muy hundido y ciertamente avergonzado por no poder asustarlos, lo ayuda a morir definitivamente, cosa que el fantasma agradece a la joven con unas bellas joyas.
La obra está escrita en clave de humor, o cuando menos, no toma al fantasma con el rigor fantasmagórico habitual. Es una obra de lectura juvenil, quizá para enseñar a los jóvenes a no tener miedo de la casa donde viven, aunque se encuentren solos en ella.
La lectura se hace rápida y agradable, pues a pesar de todo, el lenguaje es, además de muy culto, muy respetuoso con el fantasma y con cualquier creencia.
Es una gran lectura para pasar un ratito agradable.